Puede que la vida sea algo que tienes derecho a tener desde que naces. Pero creo que es más importante, vivir la vida, disfrutar cada momento.
Aunque claro mientras eres pequeño siempre eres feliz, nada te puedes amargar mas que perder tu muñeca. Pero obviamente creces, te haces mayora y llegas a la adolescencia. Quieres mas cosas, salir de fiesta, estar con tus amigos, ponerte guapa para los chicos y todas esas tonterías que hacen que nos creamos tan mayores.
Pero todo te amarga, sobre todo el imbécil ese que te hizo feliz. Te hizo creer la mas especial del mundo, sentirte querida, amada, guapa, diferente, increíble y luego, ingenua. Por creerte que ese imbécil al que le has dedicado tantos meses de tu vida, lo manda todo a la mierda en tan solo un día, pero claro, la que sufres eres tu. A él le da igual, solo fuiste una mas a la que le hizo sentir tan especial mitiendo con cada promesa.
Te prometen un “para siempre” que luego se lleva el viento. Te dicen “te quiero muchísimo” durante meses, y en dos días te dejan de querer. Eso no es amar a una persona, cuando estas enamorado, le perdonas cada tontería, le soportas sus caprichos, sus manías y sus exigencias, le escuchas día y noche, le dices “te quiero” con sinceridad, le das mimitos, le acompañas en todo momento tan malo, como bueno, pero siempre estas ahí..
Creo que eso es demasiado pedir a ese imbécil que me hizo feliz.
